Ya llego..

Ando descalza para sentir y ya no siento. Mis pies, antes suaves ahora son carne en sangre envueltos. No se llegar y retrocedo, quiero gritar y a penas puedo, no son palabras lo que sale por mi boca si no agujeros negros en los que me pierdo. Me sobran manos, me faltan dedos. Se me desgarra el alma al mismo tiempo que lo hace mi cuerpo. Jirones de piel muerta cayendo al suelo hacen que pierda peso y gane tiempo. quiero vivir más para morir más lento. De vísceras me alimento, me trago mi propio orgullo sin masticar primero, y todo lo que duele no es más que miedo, que baja por mi garganta para volver a subir luego. El hedor que huelo viene de mi corazón que se está pudriendo, a penas late en un eterno empate con mi cerebro. Las balas son solo el tiempo que me está consumiendo, soy el gatillo de un revolver que siempre se está riendo, mi cara deshecha cual vela de fresa se sigue derritiendo. Tengo los ojos caídos y el pelo negro. Me quemo.. Desaparezco.. No estoy, ya llego.