Qué No..

Otro día más y otro día menos, la historia cambia según la miremos, datos probados son los que marcan la diferencia ante lo que no vemos, seres ignorantes prefieren seguir ajenos alimentando falsas teorías en sus cerebros, huecos, escuetos, limitados a causa de falsos discursos anclados en el tiempo, podridos, viejos. Sus excusas estudiadas frente a problemas serios son las zancadillas por las que alguna vez nos caemos y cuando alzamos la voz están ahí los primeros con sus primeros: " ya, pero..". Ridículos en sus formas, sucios en su juego, mentalidades cerradas presumiendo ser agujeros negros. Y lo tengo cerca, me da de lleno, pasaba por alto pequeños detalles y callándome, casi sin querer, me reía con ellos, gracias sin gracia llenaban momentos, acusaciones injustificadas como argumento, miradas cómplices de asentimiento, baratos discursos arropados por ego, por miedo, por la comodidad de poder seguir soltando tales burradas desde sus tronos de hierro. Hace ya tiempo que dije "yo ya no juego, yo ya no quiero", pues estoy orgullosa de haber nacido en este cuerpo y haré cualquier cosa por defenderlo. Crees que Me insultas con palabras que en el diccionario no encuentro, ponerse en otra piel de vez en cuando debería ser asignatura obligatoria en el colegio, pero no, no nos enseñan eso, nos segregan por sexos, desde bien pequeñxs nos marcan la diferencia que se palpa, luego, en los recreos, es bien sabido que el rosa es para las niñas y en el caso de ellos, quien elija ese color se le estará viendo el plumero, si prefieres balones antes que muñecas a las que les crece el pelo serás la "marimacho" que ellos critiquen por llevar pantalones vaqueros. Y crecemos Viviendo con la idea de que la sociedad nos marca el camino correcto, no solemos analizar cada mensaje oculto que oculta un sistema patriarcal que da miedo. Es más cómodo mirar para otro lado y restarle importancia a cada detalle alegando que es algo pequeño, "solo es un chiste" te dicen riendo, "no te lo tomes así, mujer" y acto seguido te piden el teléfono. Pero en qué nos estamos convirtiendo?, en vez de avanzar, retrocedemos, restando méritos, imponiendo modelos mal construidos sobre terrenos que dejan ver antiguos cementerios que esconden cadáveres que están renaciendo. Carteles machistas que casi tocan el cielo, tengo un tak en el bolsillo con ganas de prender fuego, no voy a consentir que me grites desde lejos cuando voy de camino al metro y de cerca muchísimo menos, te planto cara por que lo que tu ves correcto no tiene derecho, me digas guapa o feo monstruo del infierno, invades mi espacio desde el momento en el que tu mente piensa que es apropiado hacerlo, he visto a pocos hombres sentir ese miedo cuando han de pasar cerca de un grupo de mujeres que están en la calle pasando el tiempo, los telediarios apenas hablan de las que están sufriendo, pactos de estado contra violencia de género siempre en segundo plano frente a hombres forrados de pasta televisados en un campo verde corriendo, pancartas reclaman cuerpos, los nuestros, es fácil verlo si quieres verlo, está en la calle, en el trabajo, en los colegios. Chavales detrás de redes sociales escribiendo barbaridades aplaudidas por tantos paletos. Que yo no soy el problema ni lo es mi cuerpo, que no es la ropa que vista ni soy culpable de cada acto violento, que no consiento, es mi "no" el único argumento que vale frente a tu intento. Tu Matas, yo sigo Viviendo.