Que no quieren que avances
Que te dan un sobre en blanco pero ya han elegido antes
Que no son dos o tres, son reuniones con cientos de personajes
Los que mandan asisten a clubs con trajes y orquestan conflictos para que tu te mates
Quieren que te creas muy listo pero te matan de hambre
Te encierran y prohiben el aire
Te obligan a medicarte y lo han hecho tan bien que no puedes quejarte
Tienen el poder sobre todas las cosas
Mirar hacia otro lado es arte
Un date cuenta hermana, con la mirada. Callada mi boca, mis ojos hablan.
Hacer equipo pero de pico, si una parte no da nada y la otra pone más del 95.
No sé si me explico.
Es estar por estar de bonito, amarrado a un brazo o a una cartera, cual monito.
Tu sales de casa si yo te lo permito, porque una cosa es no tener filtro y otra es el filtro para la fotito.
De guapo, guapito pero sin oficio. Chupoptero de otros beneficios, sin sacrificio.
Obvio que no es mi sitio y lo miro desde mi pequeño piso, pero huele el tufo por todo el edificio.
No quiero verlo pero está allá por donde piso, no insisto, oigo-callo y me trago mis propios principios.
Ganas de marcarme un discurso e irme por donde he venido. Pero mas de 4 palabras seguidas no pueden entender esos oídos.
Hermana, lo hemos hecho por ti y tu nos has vendido, mira a quién has echado a un lado y a quien has defendido.
Garrapatas se meten en cada parte de tu cuerpo sin que las hayas apenas sentido, ahora han hecho nido. Ha firmado parte de tu imperio y tu lo has consentido. Pero estaremos aquí cuando para ti todo cobre sentido. Entonces entenderás cada mala cara y cada ladrido.
¿Qué te has perdido?
Voy donde el tiempo no pasa, se estanca en el fondo de una casa. Cemento, ladrillos, los mismos lloros y argamasa.
Problemas de un mundo que no es el mismo que a mi me traspasa, viven en otra realidad paralela donde nunca nada pasa. Habrán tenido suerte o eligieron no usar las gafas. Conviven en un espacio que aplasta, egos que arrastran y rencores que entre ellos se matan. Verdades camufladas entre palabras que callan.
Joder que vergüenza ajena, oír de boca de quienes creí válidos, semejantes mierdas. No es que no se opongan, es que encima tienes que oírles cuando lo defiendan. Con cara de nuera y mente pasajera, volando por toda la casa hasta encontrar la puerta. Mientras tanto aprieta aprieta y desde el techo ves como se forman las grietas. Su hija defiende con uñas y dientes lo que mis labios frenan pero mi mente piensa. Brava, valienta, guerrera, nada la frena pero sin respuesta. Ya no hay conversación porque no interesa, ahora es llorar porque “todas contra mi” y doy golpes en la mesa. Me piro, este sin sentido no es mi fiesta..
vergüenza ajena
