Yo soy esa..

María la portuguesa, la que miente cuando besa, la chica callada al otro lado de la mesa, la de la mente hábil y la palabra espesa. La que no maldice tu suerte siendo minera de pega, la que va por que llega, Vere, Verenisse, Verena. La que se despierta la primera, la que por fría quema. Mi lírica es crema, mis dedos enferman, mis ojos juegan, mi boca te suena. Yo soy esa, la que juega a medias, la que escupe frases perfectas que siempre aciertan, la que duerme a pierna suelta, soy yo, la que habla con lunas llenas, la misma de siempre pero con más fuerza, la del moño, la que crea a ciegas, la de los ojos tristes y pestañas eternas. Soy yo la que fuma con las ventanas abiertas, la que recoge la mierda, la buena, la mala la fea, según tu me veas. Yo soy esa, la que se aparta cuando hay peleas, la que espía y conoce secretos de ellas. La que vuela por las noches cuando las musas llegan, la grande, la de las gafas desde pequeña. La de la cicatriz de guerra, soy yo la que sabe llevar la pena de la mejor manera. Yo soy esa, la que sale cuando todo el mundo entra, la que no saluda, la menos correcta. A la que llaman borde, sosa, quieta, la de los dedos largos y la sonrisa eterna. La que se corta la coleta, se rapa, se deja, la que investiga, y a piratas juega, soy yo la misma que no se entera, la que iba a misa y destrozaba en el barro las medias feas. La chico, la chica, la hija de.. en un pueblo que observa. La que se fue, la que vuelve a veces, la que escribiendo se siente más ella. Yo soy esa, soy la tranquila, la vaga, la que no te esperas, la que de repente despierta, la que sin avisar, te abofetea, la que besa, la que se expresa , la que se avergüenza y, soy yo la que después lo piensa. La que pide perdón aunque no lo crea, la brea de cada carretera que lleva a ella. Yo soy , soy yo, soy buena, soy lenta y rápida según me convenga,, soy color rosa que desentona con el mundo que me rodea.