16/10/13

Ramón..

No fue nadie ni nada. Solo jugaba con el agua mientras Ramón gritaba:” Mama no sé nadar”- mientras se ahogaba. Y el sauce llorón le prestaba su sombra para que no viera morir antes de tiempo a quien no le toca. Ella buscaba, él ya no hablaba, el agua en sus pulmones inundaba su rabia. Un cuadro perfecto en el que se encontraba, el azul cielo con su sombrero de tela se mezclaba y salió volando al grito de MIEDO que su corazón lloraba, ya no está, ya no le veo, otra vez soy nada. Paró el reloj, volvió al momento, en el que él dormía mientras mamá le acunaba, antes de eso, lloraba y lloraba. Antes de eso, ella le daba la espalda. Antes de eso, se obligó a quererle aunque no se lo imaginaba y casi sin querer, le odiaba. Antes de todo la palabra amor se le hacía larga.. Mujer sin rostro, mujer humillada, que poco te han querido, que poco has dejado que eso pasará. Con cada golpe un beso que ya nunca daba, un aliento sin vida en cada bofetada, mujer sin vida desde su infancia. Ahora un vínculo, un latido, un hijo, un niño, un crio en un río, un sentimiento, un gruñido, un quiero encontrarte y no darte por perdido, un lo siento, eres mio. Tiempo atrás ella limpiaba su sangre en ese río, camuflaba el dolor inventando que estaba en otro sitio, un mar abierto, un lugar desconocido, una amiga al otro lado, un cuento más bonito. Enterró tesoros para buscarlos luego, se dejaba hundir hasta el fondo y hasta este día no supo hacerlo del todo, antes sola ahora con su niño en el lodo. Siguió buscando, lo había enterrado tanto que no podía encontrarlo, su mayor tesoro se ahogaba mientras que ella lo seguía agarrando. Quiso morir, morir matando. Quiso una nueva vida, mejor de la que le estaba dando. Y cuando dejó de oírle gritar, supo que se estaba equivocando. Ramón, por un vecino que la cobijaba entre llanto y llanto, al que siempre acudía con el corazón colgando, aquel que limpiaba su sangre temblando, un hombre pobre pero con encanto. Noches que significaron algo. Un padre, un amigo, uno bueno entre tantos malos. Pensó en él, cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando. Ella no era mala, era un resultado nefasto de una vida sin tacto. E hizo fuerza con su brazo, pensó que su hijo antes no pesaba tanto, y nadó y nadó con el pequeño aún de la mano. El agua negra del fondo se fue aclarando, ya sentía el sol, se estaba acercando. La vida empieza ahora, no he sabido cuidarlo. Aguanta Ramón, ya estamos llegando. No fui nada antes, pero estoy despertando. Vamos a irnos lejos, vamos a jugar cantando. Te debo tantos besos que ya los estoy saboreando. Ya verás lo que nos está esperando. La fría hierba les hacía de manto, la sonrisa de ella no encajaba con los labios del niño,morados. Le dio su respiración, le juró la vida que ya le había quitado. Pensó, entonces, que mejor ser dos en un cielo que les estaba esperando.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

QUE BONITO,,Y QE TRISTE....(mama)

Sex Shop dijo...

Muy buenoooooo!!!!!!!