20/8/16
Ana
Y abrió la ventana con intención de saltar. Al fondo la brisa, que corría deprisa, chocó con el mar. Su cuerpo desnudo pretendía volar pero fueron sus miedos, agarrados a sus dedos, los que le hicieron bajar. Y descendió hasta el suelo, como la pluma que se deja llevar, reviviendo un verano en su mente, de maneras tan diferentes, que nunca supo cual era el de verdad.
En uno ama, en otro quiere querer y no sabe como encender esa llama y el que más le atormenta es el que le ha hecho tirarse por la ventana. Antes de dejarse morir, ya sin ganas, sus labios que aún saben a ella la llaman. Ana.
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