Niña Calva..

Agachó la cabeza la niña calva para volver a mirar a su ombligo y lo demás era nada, no le importaba. Alrededor de su cuerpo su propia órbita, en la que habitaba. Desde hacía tanto tiempo existía ella sola dentro de un mundo que moldeaba. Imaginaba historias que nunca pasaban, delirios de grandeza con grandes alas la sobrevolaban y se creía grande cuando en realidad no destacaba. E interrumpió ante un grupo de niñas mucho más guapas, se plantó en medio del círculo que ellas formaban haciéndose hueco entre tanta melena larga y bien cuidada. Y bailó de una manera desmesurada, el ritmo que creía dominar, en verdad, no encajaba y a la vez que ella miraba su ombligo, las niñas la miraban a ella con cara rara. Una escena que era tan diferente según quien la contara. No había nada raro en ese baile si estabas del lado de la niña calva, sin embargo los ojos de las niñas relataban algo distinto según estos sangraban. La más morena de piel se volvió blanca, la que era más gorda estalló sin más y manchó a todas la cara, la más bajita de todas se hizo tan alta que el crujir de sus huesos se oían a mucha distancia, la niña que era de todas ellas la más flaca vio como por la boca le salía la grasa, y la última y la más guapa supo que estaba ciega cuando cayeron al suelo sus gafas. En el medio de aquel circulo que ahora teñía de rojo sangre sus chanclas, seguía agitando su cuerpo rechoncho la extraña niña calva, y a la vez que bailaba esbozada una diabólica sonrisa mientras el resto de chicas lloraban. A lo lejos alguien observaba callada. Un moño poco peinado detrás de una pared asomaba. Reconoció sin duda alguna a la niña calva que creía que bailaba. Fueron amigas de infancia, amigas de las que siempre hacen falta y se acercó por detrás poniéndole una mano en su espalda. "Sigues igual de calva, supe que eras tu porque no se me olvida tu cara, pero, amiga, me da miedo tu extraña mirada, qué ha pasado contigo si antes eras la bondad personificada? Y ahora has dejado cadáveres a tus pies sin que ellas te hayan hecho nada.." "Ay mi niña del moño despeinada, no sabes nada de la vida y yo soy ahora una mujer experimentada" Con la cabeza más alta que nunca la niña sin pelo le hablaba, hinchaba su pecho con cada palabra, hacía fuerza con la barriga para que esta no se la notara. "Camino por la vida en una nube que me mantiene del suelo levantada, aquí arriba no me afecta nada, soy dueña de mi alma que está dejando de ser clara, y yo no mato a nadie, ellas caen, ante mi, extasiadas, pero no te preocupes pues niñas como estas las hay a patadas" Sangraban los ojos de la que a esta escuchaba, el moño dejó de serlo para convertirse en pelo que tapaba ahora sus gafas. Cayó al suelo sin que pudiera agarrarla, la ropa se hizo tiras hasta acabar por desnudarla, tumbada y sin poder remediarlo, la niña del moño, temblaba. Cambió la mirada de la niña calva, sus ojos grises se volvieron verdes por las lágrimas que caían sin poder avisarla. "Amiga, qué es lo que te pasa?por favor levántate y anda, a ti no quiero hacerte daño y mucho menos que te vayas, te invito a mi mundo donde las reglas no sirven de nada". La niña en el suelo parecía que hablaba. Pudo mover la cabeza y a duras penas pudo mirarle a la cara." Has matado a cada una de todas mis almas y ahora muero por que sin ellas yo no soy nada. Soy la morena, la gorda, la alta, la guapa.. " Y sus ojos se cerraron sin que pudiese acabar esa frase tan larga. La nube bajó los pies de la niña calva se evaporó en medio de una noche que de reojo miraba.