9/1/17

Oh, la mentira..

Me mientes – me recrimina. No quiere respuestas pues cree que me adivina. Pregunta sin dar lugar a que mis palabras se lo expliquen, tranquilas. Da por hecho hechos que ella sola se imagina. Somos dos y juega sola en esta liga. Puede que mi intención, de intentar hacerlo distinto, me haya llevado a la ruina pero no merezco balas, directas al corazón, en forma de frases dañinas. Menos sentido tiene aún pedir perdón por algo que es mentira. Inventarte una situación que nada tiene que ver con la realidad te roba la energía. ¿No será mejor, ponerte en mi situación y durante un minuto analizar lo injusto de tus palabras frías? Pues si no tienes razón, será tu acusación algo que te revuelva la tripa. Que no es la mejor manera de acercarme, lo que intenté aquella tarde, no hace falta que lo diga pero de ahí a que te engaño y seguir haciéndome daño, hay un abismo por el que quieres tirarme poniéndome la zancadilla. Fui clara desde el primer día, tengo una edad y una memoria selectiva. Tengo claras las cosas que quiero en la vida, si apuesto por algo el resto se me olvida. Los conflictos me esquivan, no me gusta jugar con quien no quiere empezar una partida. Se apreciar las confesiones y las historias que me contaste un día. A cambio recibo bofetadas por creerte tu que lo sabes todo de mi vida. Soy más real de lo que yo puede que te diga y puede que sea tan simple que no gasto saliva en tonterías. En tu mano está el deshacer lo que has tejido tu misma, yo no quiero padecer en el intento de hacerte ver otro punto de vista. Que no nos conocemos tanto y es normal irse acostumbrando a una forma de ser distinta pero que dictes sentencia, mientras me mandas a la mierda, es tan injusto que es inevitable que duela. Y como decidí, porque puedo hacerlo, ser feliz y alzar el vuelo, prefiero no entrar en un juego en el que antes de empezar ya has decido que pierdo. Y no me excuso de tantas cosas que yo habré roto primero, pues se que soy torpe hablando y, casi sin querer, hago crecer mi ego, que cuando intento expresarme se me hace demasiado grande y acabo soltando frases que cuando releo me hacen caer al suelo pero no le quito la oportunidad de replica a nadie, creo. No asumo mi verdad como la única y absoluta por encima de cualquier miedo, si pregunto es porque me intereso por tu respuesta y doy lugar a tenerla en cuenta antes de decidir que quiero. ¿Lo he hecho mal? Pues seguramente pero la intención era empezar de cero. No estoy para cuentos. No estoy para llorar de nuevo. No estoy para decirte cien y luego darte solo cero. El traje que me has hecho me queda pequeño. No me reconozco en la forma que tienes de describirme a fuego. Todas venimos con una mochila en la espalda llena de malos recuerdos pero los míos son míos al igual que son solo tuyos tus miedos. Vamos a hacerlo fácil que ya demasiado peso tenemos, yo sigo aquí, sentada en el mismo banco, te espero.

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